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Cuando llega a nuestras manos cualquier noticia histórica y estudiada con detenimiento la hallamos trastocada o mal contada, no podemos silenciar nuestra disconformidad ni mucho menos darla por buena, pues la historia si no se cuenta bien, no es tal.
Así, releyendo la Historia de la Virgen de Guadalupe, de Espinosa de los Monteros, vemos con agrado, cómo don Diego fue un honrado historiador que hizo constar que las noticias que comentaba sobre la aparición de la Señora, las había tomado de un libro manuscrito de don Alonso Manrique de quien Espinosa de los Monteros fue albacea testamentario. En este sentido sí que tienen que aprender mucho cuantas personas plagian a autores esforzados que dieron a la luz los sudores de su trabajo.
De don Alonso Manrique, Espinosa de los Monteros sólo nos da el nombre de su padre, don García, y el de su heredero don Luis de la Cueva y Guzmán, quien se llevó junto a la herencia el valioso archivo familiar de los Manrique afincados en Ubeda. Tras de largos años de silencio, resulta grato para nosotros no sólo dar a conocer la familia del autor del famoso manuscrito del cual se valió don Diego Espinosa para escribir su Historia de la Virgen de Guadalupe, sino también el parentesco que unía a don Alonso Manrique con don Luis de la Cueva.
FAMILIA MANRIQUE, DE ÚBEDA
Don Alonso Manrique y Figueroa, autor del manuscrito manejado por don Diego de Espinosa, nació en Úbeda como sus hermanos Juan Manrique de Lara y Figueroa, Caballero de Santiago y procurador general de dicha Orden, Francisco Manrique de Lara y Figueroa que falleció soltero, doña Isabel Manrique de Lara y Figueroa, religiosa del "Abito de Santiago" de 1624 a 1640, y doña Elvira Manrique de Lara y Figueroa a la que vemos empadronada hijosdalga en Ubeda de 1575 a 1587, y en donde casó con don Fernando de la Puebla y Arredondo de San Martín, regidor de Ubeda y su capitán contra los moriscos en 1569.
Los cinco hermanos apuntados fueron hijos de don García Manrique de Lara de la Cueva, cofrade del Santísimo Sacramento de Ubeda en 1504 y su caballero veinticuatro en 1556, capitán de los reales ejércitos, y de doña Luisa de Figueroa Perea y Alarcón. A su vez, dicho don García, fue hijo de don Juan Manrique de Lara y Vivero, Comendador de Santiago en Montemolín (León) en 1466 y de doña Isabel de la Cueva de Mercado, hermana entera de don Beltrán, primer duque de Alburquerque.
Dicho don Juan fue hijo de don Gabriel Manrique de Lara y Castilla, primer conde de Osorno en 1443, primer duque de Galisteo en 1451, Trece de la Orden de Santiago y su Comendador Mayor de Castilla y León, casado en Torrelobatón el 26 de enero de 1452 con doña Aldonza de Vivero y Guzmán, hija de don Alonso Pérez de Vivero, contador mayor de Castilla y doña Inés de Guzmán, duquesa de Villalba y condesa de Trastámara. El anterior don Gabriel, el conde-duque, fue hijo de don Garcí Fernández Manrique de Lara, Capitán General de la Frontera de Jaén, primer conde de Castañeda en 1430 y doña Aldonza de Castilla de la Vega, biznieta de Alonso XI de Castilla y doña Leonor de Guzmán.
EL PARENTESCO DE DON LUIS DE LA CUEVA CON DON ALONSO MANRIQUE DE LARA
Don Luis de la Cueva y Guzmán, heredero de don Alonso Manrique de Lara, fue sobrino de primos segundos de éste. Hijo de don Cristóbal de la Cueva y Manrique, Comendador de Santiago y continuo del Emperador Carlos I. Nieto de don Luis de la Cueva y San Martín, II Señor de Solera, Comendador de Bedmar etc... y 2° nieto de don Juan de la Cueva de Mercado, hermano de don Beltrán, 1° duque de Alburquerque y de doña Isabel de la Cueva de Mercado, abuela de don Alonso Manrique. Debió de ser don Luis de la Cueva el único superviviente de la familia Manrique de Lara cuando don Alonso lo deja por heredero.
LOS COMISARIOS DEL CONCEJO
De los caballeros veinticuatró nombrados por el Concejo de Ubeda para poner en claro la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, nada sabemos de don Isidro García de la Trapera, pero sí de don Fernán Rodríguez de San Martín. Fernán o Hernán, fue caballero de la Banda impuesta en Toledo por Alfonso XI en 1330. Hijo de Ruy o Rodrigo Pérez de San Martín, ricohome de Sancho IV el Bravo y de Fernando IV, que fue padre de Alonso de San Martín, uno de los Doce Leones de Ubeda en 1344.
UNA ACLARACIÓN
En el capítulo XVII de su historia, se confunde Espinosa de los Monteros. Don Pedro López de Dávalos, alcaide de Quesada y Tiscar en 1379 y regidor de Ubeda y su teniente de corregidor en 1381, no fue hijo de Diego López de Dávalos, uno de los Doce Leones de Ubeda, sino hermano, hijos ambos de Ruy López de Dávalos y doña María Ruiz de la Trapera. Fue por tanto nuestro teniente de corregidor, tío carnal del III Condestable de Castilla Ruy López de Dávalos.
El personaje que confunde Espinosa de los Monteros, Pedro López de Dávalos, fue padre de don Alonso de Dávalos y Mexía "El Bueno", presente en la batalla de los Collejares en 1406, casado en Ubeda con doña María de Molina y Aranda.
En otra publicación que no mentamos por respeto a su desaparecido autor, al hablar del cerco de Antequera en 1410, en el que se halló también presente el Condestable López de Dávalos, se dice: "Y parece probable que también fue ubetense o al menos de familia ubetense Rodrigo de Narváez, el primer alcaide de Antequera después de la conquista". Vemos también una llamada que dice: "Existe en Ubeda una calle de Narváez en recuerdo de este personaje".
Este don Rodrigo de Narváez y Padilla, presente en la toma de Antequera en 1410 y su primer alcaide, que también lo fue de Alora en 1423, no fue de Ubeda sino de Jaén, hijo de Fernán Ruiz de Narváez, adelantado de la frontera de Jaén y de doña Mencía Sánchez de Padilla. Nieto de Juan Rodríguez de Narváez, adelantado del Reino y Obispado de Jaén y de doña Catalina Fernández de Villaseca.
Su hermano Día Sánchez de Narváez nace y casa en Jaén con doña Teresa de Torres y Viedma, y su hermana doña Elvira casa también en Jaén donde nació con Juan Rodríguez de Alfaro. La calle Narváez, de Ubeda, debe su nombre a los Chirino de Narváez por haber vivido en ella muchas generaciones. Sí fueron los de Ubeda parientes, aunque lejanos, de los Narváez de Antequera.
Recordemos que doña Ana de los Cobos y Torres, sobrina del Secretario Cobos, casó en Antequera con Diego de Narváez y Rojas, alcaide perpetuo de Antequera en 1574 y Caballero de Santiago, y que un hijo de Rodrigo de Narváez, primer alcaide de Antequera, llamado Fernando de Narváez y Monsalve, III alcaide de Antequera, casó en Ubeda con doña Isabel de la Cueva. Aclarados ambos extremos pedimos:
RESPETO A LA PROPIEDAD INTELECTUAL
De forma casual, ha llegado a mis manos "Datos Históricos" sobre la cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad, de Úbeda. Visto con detenimiento, apreciamos ciertas afirmaciones difíciles de demostrar por falta de fondos solventes en los que no entramos porque nada nos va en ello. Pero no podemos silenciar, en cambio, cómo ciertos documentos arrancados por nosotros al silencio de los legajos en duras mañanas invernales, se den como fondos propios del archivo de la cofradía. Tales son, entre otros, el nombramiento de don Antonio de Ortega y Mexía como Alférez Mayor de la cofradía, la petición de los vecinos de la Cuesta del Losal para labrar la capilla de Nuestra Señora junto a la Puerta de Sabiote, la petición de la cofradía en 1719 para no pagar impuestos por cierta porción de vidriado dedicado a cubrir gastos a sus cofrades, la solicitud de don Luis de la Cueva pidiendo un poco terreno en la Plazuela de los O11eros para agrandar el camarín de la Señora y otras. Sobre la plancha de cobre, las estampas impresas regaladas el Viernes de Dolores en la ermita privada de la Cruz de Herrera, noticias que se rindieron a nuestro esfuerzo con depósito legal hecho en su día y publicación oficial posterior.
Para hallar estas noticias y miles más, hubimos de emplear una vida entera y ahora, en menos que canta un gallo, se pretende arrebatar la paternidad del hallazgo diciendo ingenuamente que se tienen fotocopias de los originales en el archivo cofradiero. No se habían inventado las máquinas fotocopiadoras cuando ya estaba hecho el depósito legal de los documentos en cuestión.
Por todo ello, pedimos el respeto que todo investigador merece, exigiendo que se haga constar la procedencia de la noticia. Esto honra al que la cita y lo enaltece. Poco pedimos a cambio de haber puesto a disposición de los estudiosos y de los curiosos una legión de noticias, perfectamente localizables hasta para el menos espabilado. Sirva como ejemplo el gran Espinosa de los Monteros.
Ginés Torres Navarrete
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