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En los seis meses comprendidos entre abril y septiembre de este presente 1983, ambos inclusive, no pasaron por la Comisión Local del Patrimonio Histórico Artístico más que simples solicitudes de concesión de permiso para obras de poca o ninguna relevancia monumental.
Y aunque a la Consejería no ha llegado —como es habitual— ninguna comunicación oficial sobre el programa de restauraciones, nos atrevemos a dejar constancia de que comenzaron —según es público y notorio— las obras preparatorias para la restauración de las iglesias de la Trinidad y de Santa María.
Por cierto, que en la ex-Colegiata, al proceder a efectuar unas catas arquitectónicas que informasen de la cimentación sobre la que se asienta el templo, han aparecido varias tumbas argáricas que confirman, una vez más, la existencia de un poblado de esa cultura en el solar que ha sido núcleo y embrión de la retícula urbana ubetense.
El director del Museo Arqueológico, Sr. Ruiz Fuentes, ha sido quien ha canalizado el descubrimiento y procedido a su posterior estudio, del que esperamos pronta publicación.
También hemos sabido, a través del Sr. Alcalde, que se han iniciado obras de restauración en las murallas de la Redonda de Miradores, aunque desconocemos su volumen presupuestario y, en consecuencia, su verdadero alcance reconstructivo.
El día 28 de septiembre, a su paso por la Plaza de Andalucía, los altos gigantones contemplaron curiosos la nueva fuente luminosa que circunda el magnífico basamento de granito esculpido sobre el que se yergue el bronce del general Saro. Al mismo tiempo, se ponía en funcionamiento la nueva iluminación de dicha plaza, hoy por hoy, el único lugar de la ciudad que alcanza un más aceptable nivel de luminosidad, pues ya es sabida la pobreza fotométrica de nuestras calles. Esa riqueza luminosa se obtiene a través de pies de forja que sostienen cada uno tres farolas de idéntico material, hechos, según hemos oído, en la herrería de "Tiznajo". Posiblemente constituyan lo más estético y adecuado de la nueva disposición de la plaza.
De la asociación "Pablo de Olavide" se recibió y tramitó una propuesta de declaración de Monumento Histórico Artístico de la casa número 1 de la calle Compañía. En este inmueble se halló primero la iglesia que fue de los Jesuitas —de la que quedan los pilares y las bóvedas laterales— y después el Casino Antiguo —cuyos restos componen el principal caudal artístico del edificio.
Juan R. Martínez Elvira
Consejero Local del Patrimonio Histórico Artístico 1983
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