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- Como profesor de los alumnos de Formación Profesional en nuestra Escuela de Maestría Industrial, deseamos su opinión sobre el Plan de Estudios que para los mismos rige en la Institución. Señálenos la directriz que mejor le parezca. No recate exponer algún defecto que, a su entender, exista.
- El plan de estudios de enseñanza profesional que actualmente rige en nuestra Institución responde, con más o menos perfiles, a los cuestionarios oficiales, editados para las Escuelas de Oficialía y Maestría repartidas por España. Bajo mi punto de vista es excesivamente amplio; siempre lo he dicho. Da la impresión de que el editor de ciertas materias en libros de texto tomó epígrafes y enunciados con la pretensión única de agotar la asignatura.
- En un afán de dar a nuestros muchachos solamente aquellos conceptos de fácil encaje a su altura profesional, creo que podríamos prescindir de muchos otros pero, me pregunto entonces, ¿cuáles serían los resultados de las sucesivas reválidas oficiales que hasta ahora nos resultaron tan aceptables?
- Lo que por falta de orientación práctica considero superfluo en la formación profesional de nuestros alumnos, se convierte fácilmente en despliegue de alas de ilusión, que los impulsa hacia metas inmediatas en categoría profesional: en
concreto, hacia el peritaje. En la mayoría de los casos esa inquietud de ilusión es ahogada por la dura vida de trabajo con la que pretendían antes compartir sus estudios. No conozco –y no intento desalentar- uno sólo de nuestros muchachos que, compartiendo su trabajo de empresa con los estudios, haya conseguido terminar el peritaje industrial.
- Aprovechamos que usted nos haya iniciado el tema. Nos informan que existen demasiados afanes, por parte de numerosos alumnos, de pasar de la Oficialía a la Escuela de Peritos. De otra parte se dice que pronto habrá “superávit” de peritos y “déficit” de obreros especializados, con ventaja económica para estos. Exponga su criterio a este respecto.
- Si dado el afán de superación profesional y el número considerable de Escuelas de Peritos actualmente abiertas en España, se convirtiera en realidad el rumor de que a tal ritmo habría superávit de peritos y falta de especialistas, esto no crearía ningún problema en las empresas, a las que se le ofrecerían mayores posibilidades de seleccionar sus técnicos. Por otra parte, los menos seleccionados no se verían nunca dirigidos por los especialistas. En la vida profesional existe un orden jerárquico al que hemos de someternos todos, ocupando cada uno un puesto.
- Oímos hablar mucho de la “deshumanización de la técnica”. ¿Qué aconsejaría para prevenir de este peligro a nuestros alumnos?
- Gracias por la pregunta. No me quedaba tranquilo, sin añadir que un buen técnico no debe vivir exclusivamente para la técnica, convirtiéndose en un órgano de máquina; ni olvidar que es un hombre que vive entre hombres y que, como tal, debe cultivar –en más o menos grado- todas las facultades de su alma.
A la época actual se le llama frecuentemente, de la técnica. Por suerte no es sólo la técnica la que en nuestros días evoluciona. Dios procura que fructifique el trabajo de otras personas que piensan y trabajan de distinta manera, evitando de esta forma una total deshumanización.
Teniendo en cuenta la instrucción, orientación y educación religiosa con que cuentan nuestros alumnos, podemos sentirnos tranquilos –en principio- de que no se doblegarán a esta “deshumanización técnica” de que me habla, y que constituye un serio problema en nuestra sociedad. Para reforzarles en el futuro, y ayudarles a vivir su tiempo histórico sin renuncias a lo que la vida tiene de valores trascendentales, le abre sus brazos la ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS, en la que encontrarán esa inyección de moral y fuerza que todos necesitamos tantas veces en la vida para no desorientarnos.
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