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PUERTA DE LA CALLE DEL GALLO (Continuación)
Sólo nos resta ahora situar aquella puerta junto a la calle Valencia "...a bista de la Calle del Gallo", y del ejido de Raya. Sabido es que el dicho ejido estuvo igualmente junto a la calle Valencia, frente al Molino de Izpizua, trillándose mieses en él en 1857 según acta capitular de 14 de mayo. Por otra parte, la Fuente de la Salud se alzó junto al camino de Sabiote. Así las cosas, esta puerta se situó en todo lo bajo de la Cuesta del Gallo como bien fijó Ruiz Prieto.
Leído con detenimiento el itinerario fijado por don Miguel, a partir de la Puerta de la calle del Gallo acierta en todo —a nuestro juicio— ante las aportaciones documentales del momento. El había trabajado a la vista de los restos de fortificación en pie en sus días.
PUERTAS DEL EJIDO DE SAN MARCOS
No hay lugar para ese avispero de puertas que pretendemos de cara al ejido de San Marcos, pues en la escasa longitud de dicho ejido aparecen nada menos que siete puertas, más de la mitad que tuvo el recinto principal de la ciudad.
Se habla de la puerta nueva de Jaén, de la que nos ocupamos en su día, llamada así por iniciarse en ella el camino de igual nombre.
Martínez Elvira en "Ibiut" n.° 34, da a conocer un documento que nos habla de "...la puerta de santa quitaría ques en el exido". No cabe duda que se refieren al de San Marcos de cara a Baeza, en el camino de dicha ciudad que es el mismo de Jaén.
Por nuestra parte, en "Gavellar" n.° 118 decíamos que en 1637 y 1649, con motivo de la peste se manda cerrar la Puerta de San Cristóbal, así nombrada por dar paso a la ermita de igual nombre, luego convento de San Antonio así mismo sita en dicho camino de Baeza y Jaén.
De la Puerta de los Canos nos hablan en 1679 con ocasión de un nuevo brote de peste.
De la "Puerta de la calle de las Risas" se ocupan en acta capitular de 15 de octubre de
1833, sin duda alguna por ser la única existente en dicha calle pese a la diversidad de nombres que recibió.
En acta del Ayuntamiento de 22 de octubre de 1833 hablan de haber sido cerrada la "Puerta de la Fuente de las Risas", aludiendo sin duda a la única existente de cara al ejido de Poniente.
Todavía se llamó "Portillo de San Marcos", no pudiendo ignorarse que por dar paso a la ermita de igual nombre.
¿Puede nadie imaginar siete puertas en tan corto espacio? ¿Acaso no bastaba una sola para comunicar el ejido y dar paso hacia Baeza y Jaén? ¿No sería racional pensar que sólo existió una puerta con diferentes nombres en distintas épocas? Ante la anterior exposición, cada cual saque su propia conclusión.
POSTIGO DE SANTA MARÍA
Fue una de tantas entradas a la iglesia mayor colegial de cara al Alcázar, y su situación queda aclarada visto el siguiente documento.
Don José Muñoz de la Villeta, canónigo Chantre de la Colegiata de Úbeda, funda una memoria sobre sus casas habitación por testamento en esta ciudad el 4 de septiembre de 1733 ante Juan Gallego Avilés. Dice el Chantre:
"Yten dispongo y es mi boluntad que las casas principales de mi morada que son en el Alcázar desta ciudad... que lindan con el recoximiento de mujeres pobres, que oi se a hecho Cárcel Episcopal y con casas que están más arriba del Postigo de dicha yglesia Collegial" (1).
En Úbeda el 25 de diciembre de 1772 ante Luis Joaquín de Linares, don Diego de la Torre Gila, en nombre de la Mesa Capitular de la Colegiata, arrienda unas casas:
"...por bajo del Postigo de Santa María y su parroquia, la primera del Rincón, linde con otras de la Mesa Capitular..." (2).
El mismo don Diego de la Torre Gila en 3 de enero de 1775 ante el dicho Luis Joaquín de Linares, otorga nuevo arriendo y dice:
"...casas de la Mesa Capitular en el callejón que llaman de Santa María, que lindan con el rinconcillo de dicha Santa María" (3).
Que los especialistas en los temas de Santa María determinen el lugar de este Postigo de igual nombre, siempre a continuación de la Puerta de la Consolada y proximidades del Callejón aún existente de espaldas al Emparedamiento.
LA PUERTA DE QUESADA
Pese a que todos los indicios extrainvestigadores apuntaban hacia la de lbiut en la cuesta de Santa Lucía para la de Quesada, todo se vino abajo con el hallazgo de dos documentos que daremos a conocer, por lo que de una vez por todas podemos dejar sentada la verdadera y justa situación de la Puerta de Quesada.
Y no sólo fuimos nosotros los que caímos en la trampa: Don Rafael Vañó en "LAS MURALLAS DE ÚBEDA" dice:
"Por su situación y orientación debió ser la llamada puerta de Quesada..." (4).
El propio Martínez Elvira, tras de estar en lo cierto, acaba reconociendo:
"No obstante, quizás pudiera admitirse que, con posteridad —desaparecidos los vestigios de la antigua portezuela— el nombre de Quesada se trasladase por contigüedad al Arco de Santa Lucía..." (5).
Todos caímos en el error de alguna manera como se verá.
Sobre esta puerta, las primeras noticias halladas por nuestra parte datan de 7 de julio de 1676 en que la ciudad y caballeros de la peste acuerdan:
"Así mesmo acordaron que el número de los procuradores asistan a guardar la Puerta de Quesada y no dejen entrar por ella a ninguna persona, vecino ni forastero que viniese de fuera de la ciudad...".
Interesante también el memorial de los vecinos de San Juan Bautista pidiendo a la ciudad la apertura de la Puerta de Quesada con ocasión de la peste de 1681 (6).
EL VERDADERO ENCLAVE DE LA PUERTA DE QUESADA
Se alzó dentro de la jurisdicción eclesiástica de San Juan Bautista, al final de la calle de las Morenas, junto al ejido de dicha collación. El siguiente documento lo aclara todo: En Úbeda el 10 de enero de 1701 ante Juan de Alaminos Calatrava, Juan Muñoz, a la calle de las Morenas, recibe en arrendamiento de Benito Crespo:
"...maiordomo y administrador de los vienes y rentas de Ntra. Sra. de la Caveza, que se sirve en el Convento de la Santísima Trinidad, un güerto cercado que dicha Cofradía tiene en la calle de las Morenas y Puerta de Quesada que linda con el ejido que sale a las heras de San Juan y está poblado de árboles frutales y lo rrecibe con el agua que le pertenece..." (7).
Ratifican lo anterior en Úbeda el 28 de mayo de 1736 ante Andrés González de Aranda. José Muñoz, parroquiano de San Juan Bautista, recibe en arriendo del administrado de don Diego Gregorio de la Puebla:
"...un güerto propio del dicho Dn Diego en el sitio de la Puerta de Quesada en San Juan Bautista desta dicha ciudad..." (8).
Con ambas citas, queda aclarada la auténtica situación de tan discutida puerta.
Ginés Torres Navarrete
(1) Leg. 1.303, f. 693.
(2) y (3) Leg. 1.541.
(4) Boletín I.E.G. n.° 81, pág. 60.
(5) " Ibiut" n.° 17, pág. 3.
(6) "Gavellar" n.° 108, pág. 7.
(7) Leg. 1.707, f. 26.
(8) Leg. 1.429, f. 389.
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