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Respecto al primitivo nombre de Puerta de la Calancha, nada nuevo se aportó en "Ibiut" n.° 28 de febrero de 1987. Como tal la habíamos reconocido nosotros en "Gavellar" nº 114 de mayo de 1983 como puede comprobarse. Por poco observadores que seamos, no se puede ignorar que también en "Gavellar" n° 93-94 dimos cuenta del cabildo de 2 de marzo de 1617 que después reproduce en "Ibiut" n° 28 el señor Martínez Elvira. Fue un despiste no dejar sentado que se trataba del postigo de la Calancha. Algo se escapa siempre, pero lo cierto es que dimos con la noticia. No solamente se le nombra de la Calancha en 1617, pues 37 años después así se le vuelve a nombrar. En 17 de diciembre de 1654 ante Bernardo de Ventaja, testó María de Salas y Antonia Díaz:
"...ambas vecinas desta ciudad junto al postigo de la Calancha..." (1).
Pese a que en el reinado de Sancho IV "El Bravo" se levanta el convento del Espíritu Santo, hasta 1617 no vemos por nuestra parte llamar al postigo de la Calancha como del Espíritu Santo.
Como Arco del Marqués comienza a conocerse en tiempos del IV marqués de la Rambla del Santo Cristo, don Rodrigo Pedro de Orozco y Sanvítores, en quien recae el título por muerte sin sucesión de su tío don José Sanvítores Carrillo de Mendoza Quesada y Toledo. Es curioso ver cómo éste, don Rodrigo Pedro de Orozco, se hace llamar en los protocolos de su tiempo "Conde de la Casa Fuerte de Priego", en tanto que su hijo don Martín, sólo conde de Priego. Ello obedeció a un largo pleito por aquel título que fue fallado en contra de los Orozco, y en el que éstos perdieron cuantiosos bienes.
EL VERDADERO ENCLAVE DE AQUELLA PUERTA
Hacemos frente a la alusión de Martínez Elvira en "Ibiut" n.° 41 en donde manifiesta: "Bastantes posibilidades de que el arco derribado hace unos veinte años frente al palacio del Marqués sea el auténtico postigo de la Calancha, tal y como defendió en su día el Sr. Vañó Silvestre".
Siguen las afirmaciones gratuitas frente a pruebas documentales de peso. Para deshacer por todas la obstinación y empeño puesto en desmentirnos sin pruebas a las que dar crédito, vamos a presentar al lector varias citas demostrativas del verdadero enclave del Postigo de la Calancha, igual al del Espíritu Santo o del Marqués.
En 4 de febrero de 1681 ante Francisco Gómez de Grados y Gámez, testó en Úbeda doña María Salido de Baeza y de la Melera y dice:
"Y porque deseo que el Espíritu Santo de cual Cofradia soi ermana... mando a la ermita que al junto a el Arco que llaman del Espíritu Santo, cinquenta y dos ducados..." (2).
¿Estuvo por ventura el convento del Espíritu Santo por debajo del Postigo, en la collación de Santo Domingo? Nunca. Sí estuvo por encima, en la collación de San Pedro, junto al Arco que llaman del Espíritu Santo" ¿Podrá desmentirse prueba tan tajante?
Otra prueba positiva imposible de desmentir es la siguiente: En Úbeda, el 9 de noviembre de 1767 ante Juan de Alaminos Calatrava, el propio convento del Espíritu Santo, arrienda unas casas:
"..arrimadas a la muralla del Arco que ay junto a dicha yglesia linde por un lado con el callejón de dicha muralla (3).
¿Se situó acaso la iglesia del Espíritu Santo por debajo del arco en la jurisdicción de Santo Domingo? Sí por el contrario por encima, collación de San Pedro, pues queda claro que el arco se hallaba "junto a dicha Yglesia", la del Espíritu Santo.
Finalmente otra prueba definitiva: Cuando Úbeda proyecta el derribo de este arco, el marqués de la Rambla es consultado y éste dice tajante:
"...que el Arco llamado del marqués es de su propiedad, que no se opone a su derribo pero si se lleva a efecto debe repararse la fachada de su casa... " (4).
Está claro que el arco estaba pegado al palacio de la Rambla, que al derribarse éste quedaría desamparado por lo que el Marqués exije su reparación. No puede corresponder nunca el arco derribado hace escasos años en la antigua collación de Santo Domingo al verdadero postigo de la Calancha, sería la entrada de una casa señorial cualquiera y pare Vd. de contar.
Habremos de repetir que el de la Calancha fue derribado en 1865, pues en cabildo de 14 de diciembre de aquel año determinan:
"A fin de ensancharla vía pública se acordó que se derribe el Arco del Marqués...".
Hay momentos en que el jinete pierde el equilibrio y entonces sólo tiene dos opciones: o bajarse o caerse.
ARCO DEL RASTRO
Para no cansar al lector, sólo diremos que fue labrado en la muralla del Rastro de cuya noticia trata el acta capitular de 23 de mayo de 1808 y los protocolos de Juan Chinel Gallego de 20 de junio de 1808, por el que Francisco de Paula Garrido, propietario de la "Posada Nueva", se obliga a reparar la muralla en todo tiempo a cambio de abrir un arco para comunicar su posada con casa suya en la Jerquía Baja.
LA TORRE DE LOS CABALLEROS
Tócanos ahora a nosotros bajarnos del burro, por lo que admitimos y lamentamos nuestro desliz en "Gavellar" n.° 152-53, al atribuir a Martínez Elvira una afirmación que él no había hecho respecto a esta torre. Una persona nos lo confirmó, tratamos de comprobarlo, no encontramos el artículo y ante la seguridad mostrada por el informante caímos en la trampa de darlo por bueno.
Otro tanto nos ocurrió respecto a la situación del Hospital de Pedro Almíndez: la misma persona nos ilustró hallarse frente a la torre más hermosa de la Cava y lo dimos por bueno. Estamos muy en desventaja al tener que depender en algunas ocasiones de información ajena. Pedimos en su día disculpas en "Gavellar", no se publicaron y aunque tardíamente manifestamos que lo lamentamos de veras.
De otra parte hemos de admitir que, guiado por la hermosura de la torre contigua al Cristo del Consuelo, reuniendo sobradamente las condiciones para la misión que cumplía tanto de cárcel noble como de cuartel de tropas de recluta, la creíamos y creemos más capaz que sus vecinas más próximas. Mas como la historia escrita es la que vale, admitimos sin reparos ser la de los Caballeros la más próxima al Postigo del Marqués. No nos cuesta rectificar ya que lo que perseguimos es aclarar debidamente el todo de la cerca si ello es posible. De otra parte, hasta el propio Martínez Elvira cayó en la misma trampa según manifiesta en "Ibiut" n,° 28.
Nada más echar un vistazo a nuestro trabajo de "Gavellar" n.° 152-53, veremos cómo dábamos nosotros con el verdadero enclave de nuestra torre. El personero don Juan Afán de Rivera y Fonseca, al dar cuenta al alcalde mayor del atropello cometido en la torre manifiesta:
"Otro si digo que es llegado a mi noticia cómo una torre que llaman de los Caballeros que está junto al Espíritu Santo...".
La más próxima a aquel convento y en jurisdicción de Santo Domingo, es la primera pasado el Arco del Marqués.
Ginés Torres Navarrete
NOTAS
(1) Leg. 1.190, f. 387.
(2) Leg. 956, f. 118.
(3) Leg. 1.161,f.300
(4) Acta capitular de 4-1-1866.
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