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en Ibiut. Año X, nº 51. Diciembre de 1990, pp. 12-13 |
Vivir es viajar, o una sombra tras el cristal A Medardo Fraile, en recuerdo de su visita a Úbeda
Sobre el mar de olivos la ciudad de Bétula parecía volar. Al caer la tarde, todavía en el autobús y campo arriba, mientras las primeras luces se encendían a lo lejos para mezclarse débiles, casi violetas, con el azul del cielo y la borrosa niebla del invierno, don Abel Campos tuvo por un momento la impresión de que las torres y cúpulas que por fin veía otra vez después de tantos años se movían, casi bailaban, levitando sobre las casas que estaban al pie de sus campanarios y encima de las murallas viejas y los adarves de la redonda de miradores que rodeaban la ciudad.
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